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Tomar café y acompañarlo con una arepa rellena con queso amarillo es la rutina criolla que convoca nuestro apetito nacional cada mañana y nos conecta vivencialmente a todos los venezolanos… Es el momento placentero de la mañana más propicio para que en presencia de nuestra familia, de los panas, socios o amigos, con los aromas y sabores criollos como testigos, surjan las buenas ideas y proyectos en nuestras vidas. Es el momento en que literalmente crece y se nutre nuestra bella patria, pues es afecto el valor intrínseco que recibimos y compartimos al tomar ese café con arepa.
¿Procedería suspender la más valiosa y esperada comida del día porque en alguna ocasión un queso amarillo enmoheció, y nos privó una mañana de su sabor? ¿Dejaríamos ese día servido sobre la mesa el aromático café con arepa, renunciando a tomarlo porque no hubo queso?
La respuesta fluye desde nuestro sabio ancestro criollo, que espontánea y naturalmente nos instruye a tomar el café y disfrutar la arepa redondeada por manos maternales, que aún sin el queso de ese día nos satisfacen con sus dosis de afecto, inspiración, sabor de terruño y correspondientes valores nutricionales para continuar nuestras labores productivas.
Hacer lo contrario sería por una parte un desprecio por la matutina labor que amasó, que coló, que condimentó, que sirvió. Y por otra parte sería privar a nuestro cuerpo que en suma es el de la patria, del valor fundamental nutricional para sustentar el ciclo de la vida, del esfuerzo, del logro.
Esta reflexión lleva a pensar en otro tipo de valores, y a comprender que es afecto el valor que devolvemos a nuestra patria quienes utilizamos el mercado de valores venezolano para re-invertir el fruto de nuestro trabajo. De no ser por los valores que nos han nutrido desde siempre, no llegaríamos a tener hoy la capacidad de producir para sostener la patria, y dar continuidad al ciclo diario de crecimiento personal y nacional, así como de no ser por el mercado venezolano de valores, no tendríamos la posibilidad de re-inyectar a la economía productiva de nuestra patria dichos valores.
Ciertamente nuestro país tiene la capacidad de producir y prosperar, y lo que cada día sus ciudadanos necesitamos es la posibilidad de hacerlo realidad.
Hoy día los miembros de la Comisión Nacional de Valores ya conocen las cifras, los montos, y los números aportados por el reporte del Lic. William Grillet, y se encuentran valorando el mejor curso de acción a seguir en el caso de los clientes de U21 Casa de Bolsa. Ellos están analizando las acciones concretas a tomar, y el valor de lo que procede y es justo para dichos ciudadanos. Y en este caso también aplica la reflexión anterior, válida para todos nosotros, ciudadanos de la república, miembros o no de dicha Comisión de Valores: ¿vamos a privarnos de la arepa porque un día se quedó sin el queso?
GG
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